La pierna de la Jolie, dejándose querer. Vamos, que la mujer tenía ganas de enseñar cacha y al mismo tiempo paracer una dama (que como es madre de chiquicientos chiquillos ya hay que mantener una apariencia sobria pero coqueta).
Pero mi mente no dejaba de pensar, qué pose más incómoda, tener que ir todo el rato asegurándose de que la pierna está al aire, contando los pasos para que nunca se quede escondida... Y entonces me he dado cuenta, ¿y si en realidad era esto lo que ocurría bajo el vestido?:
¡Una pierna de pega atada a la cintura! Y ella andando tan campante, podría haber ido hasta en pantuflas y nadie se daría cuenta. Lo sé, soy la Sherlock de nuestra era.