miércoles, 9 de marzo de 2011

Carnaval Parte I: Odisea en el tren/Carnival Part I: Odyssey on the train


El lunes se celebraba aquí carnaval, y al parecer toda la juventud de Porto va a Ovar de fiesta (más o menos como Tolosa). Ovar se encuentra a unos 40 km de Porto y se tardan 45 minutos en el tren.
Así que nos disfrazamos, fuimos a cenar a casa de Efe, Ana Climent y Miguel Angel, y de allí, cargados de garrafas y botellas de vino fuimos a la estación de Sao Bento a coger el último tren de la noche. 
Si hay algo que hemos aprendido con este viaje es que jamás, y digo JAMÁS, hay que coger el último tren, porque todo el mundo querrá cogerlo.
Nos metimos a presión en el tren, unos en un vagón, otros en el siguiente, donde podíamos vamos. Como sardinas en lata oiga, pero aún quedaba mucho viaje por delante.
El tren hacía 15 o 16 paradas, si ya íbamos llenos todos creíamos que no pararía, pues no, el tren paraba, y la gente quería entrar, y los de dentro queríamos respirar (porque el calor subía y la gente fumaba y ahí no había oxígeno) y yo solo veía gente intentando cerrar puertas, patadas a los de fuera, y al pobre Efe se le había escurrido los pantalones hasta los tobillos y no podía moverse para subírselos.
¿Recordais como os he dicho que el trayecto duraba 45 minutos? Pues ya llevábamos una hora y cuarto y todavía estábamos a mitad de camino. ¿La razón? Los trenes no pueden salir hasta que todas las puertas estén cerradas, y la gente no paraba de abrirlas para que entrara aire... unas se cierran, otras se abren, y ahí seguimos parados.
Efe y yo nos soplábamos el uno al otro para intentar aguantar, que si "ráscame la oreja que no puedo", que si "quítame el pelo de la cara que tengo el brazo encajado", etc. Así que cuando llegamos a Espinho (a 7 paradas de Ovar) previendo que nos íbamos a quedar otra media hora ahí parados, Efe y yo desesperados les gritamos a Sergio y Felix (que al principio estaban a nuestro lado pero con el apachurramiento habían terminado en la otra punta) que nos bajábamos ahí y que intentaríamos llegar en taxi, si salíamos con vida del tumulto del andén.

Continuará...

This Monday, it was carnival in here, and apparently all the youth from Porto go to Ovar (more or less like Tolosa with the carnival). Ovar is about 40 km from Porto and it takes 45 minutes to arrive by train.

So we dressed up, went to dinner to Efe, Ana Climent, and Miguel Angel's house, and then, laden with bottles and bottles of wine, we went to Sao Bento station to catch the last train of the night.

If there's anything we learned from this trip is that never, and I mean NEVER, try to catch the last train, because everyone will want to take it.

We got on pressure on the train, one in a car, others in the next. We were like sardines in a can, but there was still a lot of travel ahead.

The train normally stops in 15 or 16 stations, but as we were full we thought it wasn't going to stop, but no, the train stopped, and people wanted to enter, and inside we wanted to breathe (because the heat was horrible and people were smoking and there was no oxygen) and I just could see people trying to close doors, kicks to the people outside, and Efe's pants were in his ankles and he could not move to put them in their place.
Remember how I told you that the journey lasted 45 minutes? Well, we had been there for an hour and a quarter and we were still halfway. The reason? Trains can not leave until all doors are closed and people could not stop opening them to let in air... some of them closed, others opened, and there we were, stopped.
Efe and I blowed to each other to try to endure, "scratch my ear that I cannot", "take away the hair
 from my face that I have arm stucked", etc.. So when we were in Espinho (7 stops to Ovar) believing
 that we would be standing there for another half an hourEfe and I yelled desperate to Sergio and Felix 
(at the beginning they were on our side but with the people they ended in the other side) that we were 
going out and would try to take a taxi to Ovar, if we came out alive from the crowd of the platform.

To be continued...

5 comentarios:

  1. Jesusmariayjosé, seguro que no murió alguien ahí? Sobre todo, me solidarizo con la gente baja que fuese en mitad del vagón, pobrecicos.

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  2. Diooooooossss!!!muero de pensarlo!!!

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  3. Me recuerda al follón de la Love Parade de este verano. Eso es súper peligroso en serio.
    Dios Mio... ahora entiendo lo de que estáis vivos de milagro.

    Esther o kesare :)

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  4. Sergio y yo solo podíamos pensar en el Love parade!!

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  5. jajjaa, primus, cómo me río con tus historias!! Quiero saber cómo termina!!!! Que me recuerda a ni odisea del lunes cuando en lugar de subirme en Atocha el tren de Pamplona me subí al Ave de Barcelona... y me di cuenta cuando ya estaba en marcha...

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