Ultimamente tengo que tomar más pastillas que los inquilinos de una residencia de la tercera edad, que si el hierro, que si las pastillas para mitigar el dolor, que si antibioticos para que se me cure una infección...
En fin, aún recuerdo cuando me era imposible tragar las pastillas, me traían un vaso de agua, me lo bebía y al abrir la boca la pastilla seguía ahí...Hasta que al final me terminaban dando un jarabe que tenía un logotipo de un caballo y que sabía muy rico.
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