Se han terminado las vacaciones, y ya he vuelto a mi hogar portugués, no sin antes pasar por un par de altercados.
He de decir que el relato que contaré a continuación sucedió en el viaje Porto-Madrid, el de Madrid-Porto tiene para otra entrada.
Todo comenzó con la llegada al aeropuerto. Debido al mal tiempo en la zona norte de Europa los aviones estaban saliendo con horas de retraso o estaban cancelados, con lo cual las puertas de embarque estaban saturadas de viajeros tirados por las esquinas con sus maletas cual mendigos, y siendo españoles en su mayor parte acompañaban tal imagen con un griterío de impresión. Así que previendo mi frustración fui a la cafetería a intentar tomar un café.
Había una cola de 20 minutos en la que tenía que estar controlando que no se me colaran viejos portugueses con más morro que espalda, pero conseguí que me dieran un cortado. La mala pata fue que cuando estaba dando el primer sorbo el bolso que llevaba en el brazo decidió soltarse haciendo que el café saliera volando por los aires para terminar sobre mi cabeza.
Rauda y veloz como nadie salí pitando al baño (maleta, abrigo y portátil incluidos) para intentar salvar mi dignidad secándome un poco. Ya creía que estaba salvada al ver el papel secamanos, lo que no me esperaba era un charco en el suelo que me hizo resbalar y caer de culo delante de un par de señoras.
Gracias a dios mi avión salió solo con 45 minutos de retraso, sin ningún incidente extraño en el vuelo.
Pero lógicamente mi maldición con los aeropuertos tan sólo estaba en stand-by hasta mi llegada al de Madrid.
Allí me iban a ir a esperar mi amiga Elena y mi tía Pili (ninguna de las dos se conocían) en la terminal 1. Cuál fue la sorpresa de todos cuando yo, sólo yo, salí por la terminal 2. No pregunteis, ni yo lo entiendo.
Al final nos encontramos, pero no veais que asco de viaje, el siguiente acompañada por favor.
Holidays are over, and I'm back to my portuguese home, but not before passing by a pair of altercations.
I must say that the story that I'm going to tell happened on the way Porto-Madrid, Madrid-Porto has for another entry.
It began with the arrival at the airport. Due to bad weather in northern Europe, the planes were delayed or were canceled, so the gates were full of seaten passengers with their luggage looking like homeless people. So I decided to go and try to get a coffee.
There was a queue of 20 minutes, and a lot of old portuguese men were trying to skip it, but I managed to get an expresso. The bad luck was that when I was taking the first sip, the bag that I had on my arm decided to break itself and the coffee flew trough the air to my head.
Swift and fast as anyone I went to the bathroom (luggage, coat and laptop included) to try to save my dignity. I though I was saved when I saw the hand's paper, which I did not expect was a puddle on the floor that made me slip and fall on my ass in front of a couple of ladies.
Thank God my plane left only 45 minutes late, without any strange incident on the flight.
But of course my curse with airports was just in stand-by until my arrival in Madrid.
My friend Elena and my aunt Pili were waiting for me in Terminal 1. What was the surprise when I, just me, walked out from Terminal 2. Do not ask, neither I do understand it.
At the end we met eachother, but please, next travel I want to do it with some else.
aaaiiii pensaba que sólo a mí me pasaban las cosas!!!jajajj
ResponderEliminartú me dirás, eso es mala suerte y lo demás es tontería!
ResponderEliminaryo tb los odio!!
ResponderEliminar"Altercations" xddd
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