Salía yo con mis circunstancias tranquilamente del portal de casa sin poder prever el terrible suceso que estaba a punto de acontecerme. Nadie podía imaginar que el simple acto de ponerme los cascos de música podía [mododramasON] acabar con mi vida [mododramasOFF]. Y es que en el preciso instante en que iba a colocar el auricular en mi oreja una abeja decidió interponerse en el camino quedando bloqueada por un microsegundo entre los dos.
Cualquier persona normal se habría quitado el auricular y listo, pero ya sabemos que no soy yo muy normal. Yo me quité el auricular sí, de un manotazo, y eche a correr unos metros gritando "AYAYAYAYAY!!" mientras seguía golpeándome la cabeza.
Eso sí, a los cuatro metros paré en seco, hice control de daños (sólo una chica me vió hacer el canelo) y recuperé mi apariencia de dignidad con una risilla nerviosa.
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