
Diez y media de la noche, Ana y yo nos metemos en la parada de metro de Aliados para ir hasta Trindade a hacer transbordo. La estación parece estar vacía, comenzamos a bajar las escaleras y al llegar al segundo tramo vemos que las escaleras mecánicas que hay son sólo para subir. Hay que bajar a pie, pero ¡espera!, siempre hemos querido bajar unas escaleras en sentido contrario, y estas además son muy largas...total, no hay nadie, ¿y si lo hacemos? Y lo hacemos.
Así que allá vamos, agarraditas de la mano, moviendo las piernas a una velocidadad supersónica y haciendo más ruido que una estampida de rinocerontes.
Con lo que no contamos es con encontrarnos con gente en el andén...así que cabizbajas y reteniendo la risa nos pegamos a la pared a cuchichear. Y entonces le vemos, un alegre segurata se nos acerca con la frase "Foi boa a ginástica?" lo que viene a ser "¿Ha sido buena la gimnasia?". Mi mente se niega a entender lo que dice y tan solo piensa en una cosa "Multa, multa, multa, nos ponen una multa, haz que eres extranjera, que narices ¡eres extranjera!".
Después de hacerle repetir varias veces la misma frase y de responder con risa nerviosa, nos dice que lo que hemos hecho no se puede hacer y se marcha. Y en ese momento llega el metro, librándonos así de la vergüenza que emanan nuestros cuerpos asustados.
No sé tú Ana, pero ha sido muy divertido, ¿repetimos?
Divertido sí...pero que vergüenza más grande!!!Aún estoy acojonada por la multa que pensábamos estar escuchando.....
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