Comprarte un cacao en el H&M, salir a la calle, tirar el plástico y el ticket en la papelera de enfrente, empezar a cruzar el paso de cebra, que la barra este rota y se deslice con elegancia hasta el asfalto antes de llegar a tocar tus labios, que un coche pase por encima y el cacao se convierta en lo más parecido a los restos que dejaría una pantera rosa en miniatura atropellada.
Menos mal que los de H&M fueron majos y me dieron otro al ver mi cara de shock/pena.
Los momentos absurdos han vuelto a mi vida.
Jajajaj, una serie de catastróficas desdichas. xD
ResponderEliminar¡Totalmente! Era un contínuo "¿y ahora qué?"
Eliminarjajajaja tremendo!
ResponderEliminarLo que os gusta reiros de mis desgracias... jajajaj
EliminarOyeeee, pero mucha suerte que los de H&M se apiadaran de ti y te dieran otro!! A mí, justo después de pagarlo, se me cayó el colorete en la misma puerta de la perfumería, se rompió en mil pedazos, me manchó los zapatos y el orgullo y las idiotas de la tienda con sus moños altos y tirantes lejos de darme otro por poco me sacan la fregona.
ResponderEliminarCada día se nota más que somos familia...jajajajajaja Tienes que perfeccionar tu cara de pena.
EliminarJaja me imagino la cara y que majos los de h&m que te dieron otro. Menos mal.
ResponderEliminarBesujis!!!